Remake de una peli de 1977 dirigida por Wes Craven. Ahora es Alexandre Aja el encargado de contarnos la historia de una familia cuyo coche se avería en pleno desierto de Nuevo Méjico, cuando van de camino a California. Los móviles no tienen cobertura y no hay ningún alma a la vista. Lo que no saben es que no están solos y que los seres extraños que habitan esas colinas estaban esperándoles. Unos seres deformados por los efectos de las pruebas nucleares que los Estados Unidos realizón en el desierto durante los años 50.
No he visto la peli original, pero hay quien piensa que ésta la supera (la peli según Red Stoval, en Blog de Cine). Eso sí, no es película para personas delicadas, aquí no se andan con tonterías: sangre por doquier, sustos, algo de tensión... Nos hacen testigos de la metamorfosis que sufren los protas, que pasan de ser una familia de clase media norteamericana normalita, a unos asesinos en potencia si es lo que la supervivencia ante las adversidades te exige.
En cuanto a los protagonistas de esta historia: el padre, el poli retirado que lleva siempre una pistola encima, interpretado por Ted Levine; la madre sufrida, la actriz Kathleen Quinlan; de entre los tres hijos destacar a la mediana, interpretada por Emilie de Ravine (la australiana embarazada en PERDIDOS); además he descubierto que el marido de la hija mayor, que acompaña a la familia en el viaje, es Aaron Stanford, al que hemos visto recientemente en X-Men 3, pero que aquí, con ese look setentero, está tan diferente que cualquiera diría que son el mismo; finalmente hacer mención al pobre Robert Joy, al que conocimos como pareja de Madonna en BUSCANDO A SUSAN DESESPERADAMENTE y con el que nos tropezamos constantemente en papeles secundarios (aquí es uno de los malos).
1 comentario:
Da todo lo que promete!
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