domingo, 30 de septiembre de 2007

HAIRSPRAY


Musical de estética retro que nos sitúa en Baltimore (EEUU) en el año 1962, cuando el tema de la segregación racial estaba candente. La protagonista es una joven regordeta que se aburre en las clases del instituto, que espera impaciente a que se acaben para irse a casa con su mejor amiga a ver su programa de la tele favorito, un show en el que los jóvenes cantan y bailan melodías divertidas. El sueño de esta joven superficial es convertirse en uno de los bailarines del programa, pese a lo aparentemente imposible de la empresa. También sueña con que los jóvenes de color puedan participar en él en igualdad de condiciones que los blancos, o con que el guapo del programa se fije en ella y descubra que es una mujer llena de cualides.
Una vez más, el tema de la superación personal, la idea de que en Norteamérica si te esfuerzas, puedes conseguir lo que quieras. Y lo que quieren todos (sea cual sea su peso o color de piel) es ser populares, objetivo primordial de todo buen norteamericano. O por lo menos eso es lo que parecen querer dar a entender este tipo de películas, donde no importa lo especial que puedas ser: lo único que te importa en el fondo es ser el chico o chica más popular del instituto, que es lo que mola de verdad.
No me ha parecido mal la estética de la película ni las canciones. A priori no me gustan los musicales, pero este se dejaba ver pese a su línea argumental simplona. Es un remake de la peli que nos hizo John Waters en el 88, pero que no he tenido el gusto de ver, o del musical de Broadway con el mismo nombre. En esta ocasión dirige Adam Shankman, que ha contado en el reparto con actores tan conocidos como John Travolta, travestido para hacer el papel de madre de la protagonista, una señora amargada que sólo se animará a salir de casa gracias a la influencia de su hija; Christopher Walken, como padre de la prota, en uno de sus típicos papeles de tipo excéntrico, siempre da gusto verle, haga lo que haga; Michelle Pfeiffer, guapísima ella, ejerciendo de mala malísima, principal obstáculo de la carrera hacia el estrellato de la protagonista; Queen Latifah como mujer de carácter tratando de defender los derechos de los suyos... y otras caras menos conocidas como la de Nikki Blonsky, la estrella de la historia, bastante empalagosa y sin nada de glamour.
En fin, que nada del otro mundo. Me esperaba un poco más, la verdad.

lunes, 24 de septiembre de 2007

LA JUNGLA 4.0

Imagen por gentileza de Yago Martín (All Rights Reserved)

Aún recuerdo que cuando me enteré de que iban a hacer la segunda parte de la Jungla de Cristal, me pregunté que qué sentido tenía, si no había nada más que añadir a la historia, que no daba pie a una secuela. Entre tanto se estrena la cuarta parte, en que el mismo héroe, ya entrado en años, debe volver a salvar al mundo. Esta vez el peligro es de índole informático, pero nada con lo que no pueda John McClane.
Hace poco vimos a Sylvester Stallone en Rocky y pronto veremos a Harrison Ford encarnando de nuevo a Indiana Jones. La verdad que da juego la figura del héroe entrado en años, pero en la Jungla 4 no llegan a sacarle partido. Es una de esas pelis en lo que prima es la acción, pero en la que las bromas y las situaciones se hacen algo repetitivas, restando interés a esta película dirigida por Len Wiseman (UNDERWORLD).
Una vez más Bruce Willis es el protagonista absoluto, haciendo más de lo mismo, pero sabemos que lo puede hacer bastante mejor (véase 16 CALLES). Le acompaña el chico Mac en el papel de hacker informático, el joven actor Justin Long, al que McClane tiene que salvar el pellejo. Y además Mary Elizabeth Winstead (DEATH PROOF), como la chica guapa, en este caso la hija del héroe; Maggie Q representando a la mujer exótica, de armas tomar; Timothy Olyphant en el papel de malo malísimo, principal rival del héroe, de esos malos con pasado de bueno, pero que se pasa al otro bando por despecho; Cliff Curtis, que como secundario debe de estar muy codiciado, pues nos lo encontramos en todas partes (últimamente en SUNSHINE) y que aquí es el responsable de Seguridad Informática del Gobierno... y finalmente mencionar a Kevin Smith, con un papelillo breve, pero simpático, en este caso un freaky que echa un cable a los dos protagonistas.
Un típico producto de entretenimiento, en que hay acción de principio a fin, con gran despliegue de medios para incidir en la espectacularidad de la película. Está bien, pero me sigo quedando con la primera y segunda parte de la Jungla de Cristal.

jueves, 6 de septiembre de 2007

CARRETERA AL INFIERNO

Imagen por Brajeshwar (CC Some Rights Reserved)

Una pareja de jóvenes universitarios viaja en su coche por una carretera solitaria de EEUU cuando se cruzan con un hombre accidentado al que deciden no socorrer. Gran error. El tipo en cuestión, que no anda muy bien de la cabeza, les persigue hasta el final de la película. La historia, como es evidente, no tiene nada de sorprendente. Pero tampoco tiene grandes pretensiones y es de lo más entretenida.
Dave Meyers es el encargado de hacer el remake de una película de culto de los ochenta también llamada CARRETERA AL INFIERNO, protagonizada por Rutger Hauer (evidentemente el autoestopista malvado) y Jennifer Jason Leigh. En la revisión de Meyers el papel de malo lo hace Sean Bean (EL SR DE LOS ANILLOS), que me parece más que convincente; y los jóvenes a los que aterroriza están interpretados por los desconocidos Sophia Bush y Zachary Knighton.
Como en toda road movie, paisajes desérticos y solitarios, las típicas gasolineras, los moteles de carretera... A esto hay que añadirle un malo loco pero muy listo, que juega con los protagonistas todo lo que quiere y más, consiguiendo meterles en un callejón sin salida, convirtiéndoles en el blanco de la poli. Una típica peli para adolescentes que gustará a los que no esperen demasiado de ella.

lunes, 3 de septiembre de 2007

DEATH PROOF

Imagen por Gelida_Jose (CC Some Rights Reserved)

Unas semanas tras el estreno de PLANET TERROR, de Robert Rodríguez, llega a nuestras pantallas DEATH PROOF de Quentin Tarantino, englobada también en el proyecto GRINDHOUSE, un homenaje a las pelis de serie B.
Peli barata, rodada en plan de coña, que tiene entre sus protagonistas al veterano Kurt Russel, en el papel un tipo al que le gusta fardar de ser un especialista de pelis de acción y que se dedica a perseguir a las jovencitas inocentes con las que se topa en la carretera en su coche siniestro. Hasta que da con unas que no son tan inocentes como esperaba y que por una vez le convierten en presa perseguida.
La peli me ha desilusionado un poco, pues, a falta de medios, me la esperaba más divertida e ingeniosa. En lugar de ello, me he encontrado con una historia un poco absurda con argumento escaso, en la que se suceden conversaciones insulsas, que lo único que hacen es conseguir que la peli pierda la poca agilidad que le dan las escenas de acción. Sobra metraje, al igual que en la peli de Robert Rodríguez, pero de entre las dos me quedo definitivamente con Planet Terror, que tenía detalles que la hacían bastante más interesante.
A Kurt Russel le acompañan aquí una larga lista de actrices como Rosario Dawson, Tracie Thoms, Zoe Bell, Mary Elizabeth Winstead, Vanessa Ferlito, Sidney Tamiia Poitier o Rose McGowan... ninguna de las cuales destaca por su interpretación.
En fin, que me parece una peli bastante pobre y que no aporta nada de interés.