viernes, 8 de mayo de 2009

Anathema: Mirando Atrás


Sala: Penélope.
Ciudad: Madrid

Anathema vuelven a Madrid para darnos un concierto centrado en sus temas antiguos

La sala Penélope fue el escenario elegido para la actuación de los británicos Anathema, banda formada en Liverpool allá por 1990. Desde entonces han publicado nada menos que nueve discos, en los que con el paso del tiempo se ha ido notando una clara evolución que les ha llevado del "doomdeath metal" de los primeros años al rock atmosférico de sus últimos trabajos. Esto ha sido posible gracias a la introducción de sonidos más electrónicos o a la colaboración esporádica de la cantante Lee Douglas, que aparecía en la foto de la entrada para el concierto del pasado viernes, pero con la que desgraciadamente no han contado para esta gira.

Aunque la sala Penélope lleva funcionando desde noviembre de 2006, nunca había tenido la oportunidad de ver un concierto allí. En general, la impresión ha sido buena. Era espaciosa y el sonido estaba muy bien, aunque se hubiese agradecido que el escenario estuviera más alto. Al entrar, me encontré con que los chicos de Leafblade ya se encontraban en escena. Se trata del proyecto paralelo de Daniel Cavanagh, guitarrista de Anathema, al que acompaña el cantante y también guitarrista Sean Jude. El dúo, que permaneció en todo momento sentado, nos ofreció un concierto en plan acústico donde nos presentaron diversos temas que se movían entre el rock y el folk. En alguna ocasión dejaron que otros miembros de Anathema se les unieran tocando la batería o el bajo, e incluso un tercer músico tocó los bongos en uno de los temas. En general, me resultaron algo sosos. Era como si un grupo de rock se contentara con tocarte las baladas de sus discos en plan acústico. Sin embargo, el público, donde abundaban los chicos de camisetas negras y melenas largas, se mostró muy respetuoso y les siguió con bastante atención.

Los cinco miembros de Anathema subieron al escenario a las nueve y media de la noche y tocaron exactamente noventa minutos por imposición de la sala, que debía de tener proyectado otro tipo de actividad a partir de las once. A diferencia de su concierto en la edición 2007 del Festimad, en que la actuación de Anathema giró en torno a los temas de su disco "A Natural Disaster", donde impera el rock atmosférico, en el concierto del viernes pasado prefirieron centrarse en su repertorio más metalero.

En la primera línea del escenario se encontraban los tres hermanos Cavanagh, de largas melenas pelirrojas: el carismático Vincent a la voz y a la guitarra, con su aire de divo y todo poses, demostrando que canta muy bien; Daniel a la guitarra, animando al público para que diera palmas y dejando claro que era el más simpático del grupo; y Jamie al bajo, más serio y con menos afán de protagonismo. Tras ellos, en un segundo plano, el teclista y el batería. Aunque los hermanos Cavanagh no paraban de darle indicaciones al técnico de sonido, sonaron muy bien y gustaron a sus fans, muchos de los cuales demostraron que se sabían de memoria todas las letras de sus canciones.

Personalmente prefiero los últimos discos de Anathema a los primeros, de modo que la elección de los temas para el concierto de la Sala Penélope no me gustó demasiado. Apenas tocaron algún que otro tema reciente como "Closer", "Flying" o el acústico del "Are you there?" que nos tocó Daniel Cavanagh en solitario demostrando que también canta muy bien. Sin embargo, tal como ya he dicho, el tono imperante del concierto se correspondía más a canciones como "Far Away", que tenía poco o nada que ver con los mencionados anteriormente. Son las dos caras de Anathema.

Poco antes de las once, Anathema tuvieron que despedirse sin poder ofrecernos ningún bis pese a la insistencia de su público, que esperaba oír algún tema más. El cantante nos anunció que estaban trabajando en un nuevo disco y que pronto volverían a España para presentarlo. Finalmente se acercó al chiringuito donde vendían camisetas y discos para firmar autógrafos mientras el grueso del público abandonaba la sala.

viernes, 24 de abril de 2009

Abril No Tan Cruel: Gente Poco Corriente

Sala: El Planeta de los Wattios
Ciudad: Madrid

Segunda edición de este original e interesante festival sin ánimo de lucro

En el año 2008 unos chicos decidieron montarse un festival cuya primera edición se celebró a lo largo de tres días en la Sala Dink (Madrid) y en el que se propusieron juntar elementos como la música, el arte y la literatura. De hecho, el propio nombre del evento está sacado de un fragmento de una obra de T.S. Eliot según el cual “Abril es el mes más cruel: engendra lilas de la tierra muerta, mezcla recuerdos y anhelos, despierta inertes raíces con lluvias primaverales…” Si en la edición del 2008 la temática del festival giró en torno a La Divina Comedia, este año el grupo de artistas Dès Interés se ha encargado de una escenografía inspirada por la obra decadentista “A Contrapelo” de Joris-Karl Huysmans.

Llegué a la sala el viernes en torno a las nueve y media de la noche. Nada indicaba que fuera a celebrarse un festival en el número 53 de la calle Sorgo, donde apenas había un cartel junto a una puerta desvencijada. Tras atravesar un patio bastante cutre, te encontrabas con una segunda puerta teniendo la sensación de que iban a pedirte una contraseña para dejarte entrar. Tras superar un pequeño trámite para la compra de la entrada, entrabas por fin en una nave pequeña, con un aforo lejos de estar completo, sobre cuyo escenario ya se encontraba cantando la canadiense Ora Cogan, únicamente acompañada por su guitarra, pero con la suficiente presencia como para que no echáramos en falta más instrumentación. La joven cantaba temas poperos de carácter intimista con una voz que recordaba mucho a la de My Brightest Diamond. Se despidió tocando una canción junto a dos de los componentes del grupo tejano Balmorhea, que tocaban justo a continuación.

Balmorhea (en la foto) eran probablemente los más esperados de la noche. Un grupo numeroso cuya particularidad consiste en contar entre sus miembros con una violoncellista, un contrabajista y una violinista. Hacen postrock instrumental, aunque a veces dejen sonar sus voces en plan coral. En general sus temas eran muy tranquilitos, por lo que destacaban las subidas ocasionales, que el público acogía con entusiasmo. Me gustaron aunque de a ratos me resultaron un poco sosos. Les siguieron los Icy Demons, un cuarteto de Chicago que nos hizo bailar desde el primer momento, gracias a esa mezcla explosiva de ritmos brasileños, con funky y hip-hop. Contaban con dos teclistas, un batería y un cantante muy simpático que empezó su actuación cantando entre el público y que después de a ratos nos tocaba también el contrabajo.

En torno a la medianoche salió al escenario el dúo español Líneas Albies, cuya cantante y teclista parecía un calco de la China Patino y que al igual que Cycle hacen música electro, pero del malo. Me pareció tan patético escucharles cantar su “Fucking USA”, después de haber visto a dos buenos grupos norteamericanos, que decidí que era buen momento para marcharse.

El segundo día del festival había aún menos asistentes que durante el anterior. Cuando entré en la sala a eso de las ocho y media, me encontré sobre el escenario al trío Tubular Balls, haciendo “noise”. No es un tipo de música que entienda, pero no me parecieron mal. Tras ellos, las británicas Ray Rumours, acompañadas por unos amigos madrileños para la presentación de sus canciones poperas y alegres. La cantante, que hablaba español, logró ganarse la simpatía del público, que pasó un buen rato escuchando un pop sin grandes complicaciones.

Sin duda, lo que más destacaría de ese día fue la actuación de los noruego-irlandeses Thinguma Jigsaw, un dúo de lo más peculiar que no sólo prefirió tocar entre el público, sino que prescindió de altavoces haciendo un concierto auténticamente acústico. Los focos del escenario fueron sustituidos por otros diminutos, con los que uno de los técnicos de la sala se curró los efectos manualmente. El cantante, Seth Buncombe, cantaba con voz temblorosa al tiempo que tocaba el banjo y la jovencita Martha Redivivus tocaba la sierra, la flauta y la melódica. Los dos en todo momento muy solemnes e intepretando temas muy oscuros (algo así como “We are Doomed”, “We love Death”, “Jack the Stripper”) pero siempre con humor y logrando un sonido muy peculiar.

Los siguientes en subir al escenario fueron el trío portugués Gala Drop, compuesto por dos teclistas y un batería. Nos ofrecieron un concierto con pop psicodélico y bastante original. Destacaría el trabajo del batería, aunque la música se me hizo algo monótona. Finalmente, el trío madrileño Rosvita, los más cañeros del festival, con un rock muy guitarrero al ritmo frenético que marcaba el batería.

Tras los conciertos del segundo día del festival aún había más: una sesión de Djs que duraba hasta las seis de la mañana. Así se cerraba un evento que me ha dejado muy buen sabor de boca tanto por lo variado de la propuesta, como por la calidad de los grupos y las ganas que le han puesto los organizadores, que se lo han currado pese a la falta de medios, consiguiendo que los grupos estuvieran cómodos y que sonaran muy bien. No hay duda de que si hay una tercera edición, estaré allí para verla.

Foto por Pamp (CC Some Rights Reserved). Más fotos pinchando aquí.

Entrada original aquí.

domingo, 5 de abril de 2009

US3: Bailando al Ritmo del Jazz y el Hip-Hop

Sala: Heineken
Ciudad: Madrid

Los británicos US3 pasaron por Madrid para presentarnos su séptimo disco “Stop.Think.Run.”

Un público de lo más variopinto se acercó a la Sala Heineken para disfrutar una vez más del directo de US3, el proyecto que el productor británico Geoff Wilkinson iniciara allá por el año 1992. Aunque el grupo no lograra llenar la sala, con un aforo de unas 800 personas, esto no impidió que los asistentes, de todas las edades y estilos, se divirtieran bailando al ritmo de su música de fusión durante la escasa hora y media que duró el concierto.

Los ocho componentes con los que cuenta US3 para su gira europea del 2009 se subieron al escenario sobre las nueve de la noche. El propio Geoff Wilkinson se situó en el mismísimo centro, rodeándose de ordenadores para darle al “play” de vez en cuando mientras controlaba el desarrollo del espectáculo; a su derecha el teclista Mike Gorman, tocando con los pies descalzos; a su izquierda, el encargado de los platos, DJ First Rate, con su gorra, sus tatuajes y sus aires de fiestero; y delante de todos ellos los que constituyen la mayor novedad en la formación: Sene y Bruk Yunk, dos raperos veinteañeros que le dieron vidilla al espectáculo, animando al público en todo momento e incluso aventurándose a bajar del escenario en un par de ocasiones para mezclarse entre las fans de las primeras filas; junto a ellos el trompetista Bryan Corbett, además de otros dos jóvenes músicos: un contrabajista y un saxofonista. Todos ellos, perfectamente sincronizados, nos ofrecieron una música muy bien interpretada, pero que acabó resultando bastante monótona.

Como era de esperar durante el concierto tocaron su “Cantaloop (Flip Fantasia)”, reinterpretación del tema “Cantaloupe Island” de Herbie Hancock, que les llevó al top ten de las listas norteamericanas en el año 1994 y el cual el público acogió con gran entusiasmo. Este tema pertenece a su disco “Hand on the Torch”, el primer disco de Blue Note que superaba el millón de copias vendidas y que convirtió a US3 en un claro referente de la fusión del hip-hop y el jazz.

Según comenta el propio Geoff Wilkinson en la página oficial del grupo, el título del álbum “Stop.Think.Run”, hace referencia a que en la vida a veces hace falta detenerse para recapacitar, decidir qué es lo que se quiere e ir a por ello. Sin duda, toda una declaración de principios.

En lo que al concierto de la Sala Heineken se refiere, debo reconocer que al no estar familiarizada con la música de US3, me dio la sensación de estar escuchando todo el rato el mismo tema, por lo que cuando llegó la hora de los bises, hubiera podido prescindir perfectamente de ellos, puesto que ya estaba bastante saturada. Pese a ello, debo admitir que la gente a mi alrededor parecía muy entusiasmada con el grupo y les seguía con bastante interés, bailando en todo momento. Por otro lado, es bastante probable que su espectáculo hubiese ganado mucho con una batería o cualquier tipo de percusiones en vivo. Destacaría un solo que tuvo que marcarse el DJ a causa de un problema técnico, durante el cual se llegó a subir sobre los platos. Por lo demás, todo muy correcto, pero, como ya he indicado, algo repetitivo.

Foto por Pamp (CC Some Rights Reserved).

Entrada original aquí.

martes, 31 de marzo de 2009

La Habitación Roja: Tras los pasos de Ian Curtis

Sala: Moby Dick
Ciudad: Madrid

El grupo valenciano interpreta en directo temas de Joy Division con motivo del estreno de Control

La llegada a nuestras pantallas de la película "Control" (2007), que trata de explorar en la personalidad del controvertido Ian Curtis, líder de la banda de Manchester Joy Division, sirvió de excusa para que se organizara una fiesta bajo el mismo nombre en la Sala Moby Dick. Los valencianos La Habitación Roja, recién llegados a España tras su reciente gira por Méjico, fueron los encargados de tocar en directo todos los temas del primer disco de Joy Division, "Unknown Pleasures" (1979). Bien arropados por sus propios fans y aquellos que fuimos simplemente atraídos por la posibilidad de escuchar la música de Joy Division en directo, los chicos de La Habitación Roja no defraudaron a nadie.

Eran casi las diez de la noche cuando La Habitación Roja subieron al escenario, decorado únicamente con la portada del "Unknown Pleasures". Ellos son cuatro: Jorge Martí a la voz y a la guitarra, Mark Greenwood al bajo, Pau Roca a la guitarra y José Marco a la batería. Son un grupo de pop-rock indie formado en 1995 y según nos contaron durante el concierto están a punto de entrar en el estudio para grabar su séptimo disco. Pero en la noche del martes no se trataba de acercarnos sus temas propios, sino de celebrar la música de Joy Division, un grupo con una carrera corta, pero que, sin duda, dejó huella en el mundo del pop.

Los chicos de La Habitación Roja, a los que no les gusta que les comparen con Los Planetas, nos tocaron los diez temas que componen el "Unknown Pleasures" y en los bises nos regalaron sus versiones de "Ceremony" y del inevitable "Love Will Tear Us Apart". Jorge Martí, con una chuleta a sus pies para asegurarse de no olvidar la letra de las canciones, se defendió muy bien con el inglés y su voz daba el pego totalmente. En general, nos ofrecieron una versión de los temas de lo más correcta. En algunos momentos incluso, se atrevieron a alargarlos instrumentalmente ganándose de este modo al público que les siguió con mucho interés, bailando e incluso coreando algunos temas. Entre lo más destacable sus versiones de temas como "New Dawn Fades", "She's lost control" o "Shadowplay".

- Esto mola más que La Habitación Roja... - comentó el propio Martí hacia el final del concierto.

Fuera cual fuese su intención con el comentario, no voy a ser yo quien le contradiga. En todo caso, el concierto fue un puntazo y una oportunidad única para oir los temas de Joy Division en directo, una banda cuyos temas siguen sonando muy actuales.

Antes de marcharse, Sergio Martí nos invitó a ver la película "Control", que llega a nuestros cines con más de un año de retraso. Está dirigida por el holandés Anton Corbjin, que al igual que directores como Mark Romanek, Spike Jonze o Michel Gondry, hizo sus primeros pinitos en el mundo de los videoclips. Entre sus trabajos más destacados se encuentran sus vídeos para grupos como Depeche Mode. La película "Control", rodada íntegramente en blanco y negro, está basada en la biografía escrita por la viuda de Ian Curtis, en que cuenta la historia del propio Ian desde 1973 hasta su muerte en 1980. Su enfermedad, el fracaso de su matrimonio y otra serie de circunstancias le llevaron al suicidio pese al relativo éxito del que estaba disfrutando su banda, pionera de la música dark y gótica. No hay duda de que en la película lo que más destaca es la recreación de las actuaciones del grupo, que resultan muy convincentes. No en vano, el director les conoció personalmente e incluso rodó para ellos el vídeo de su tema "Atmosphere" en 1988.

Foto por Pamp (CC Some Rights Reserved). Más fotos pinchando aquí.

Entrada original aquí.

lunes, 9 de marzo de 2009

The Spinto Band: Oh, Mandy, ¿dónde estás?

Sala: Moby Dick
Ciudad: Madrid

The Spinto Band regresan a Madrid para presentar su disco "Moonwink"

Los norteamericanos The Spinto Band (Wilmington, Delaware) consiguieron colgar el cartel de "aforo completo" en la Sala Moby Dick, repleta de un público joven que venía con ganas de mover el esqueleto al ritmo de temas como su "Oh Mandy" que les lanzó al éxito hace ya cuatro años. Aunque el concierto fue divertido gracias a las ganas que le pusieron estos chicos y la entrega de su público, no estuvo a la altura del que dieron en la edición 2006 del Summercase, cuando vinieron a presentarnos su disco "Nice and Nicely Done" (2005), que le da mil vueltas a su reciente "Moonwink" (2008).

Al entrar en la sala a las nueve y media me encontré con la sorpresa de que había grupo telonero, cosa que no se indicaba en la entrada. Se trataba de los madrileños Underwater Tea Party, que calentaron el ambiente presentándonos los temas de su segundo disco, "What Crisis? This Crisis", con un pop divertido cantado en inglés. Cuentan con dos cantantes entre los que destaca la voz femenina y traen un sonido fresco que a veces recuerda a Sonic Youth, otras a B-52 e incluso a Mercury Rev. En todo caso, me quedo con el sonido de organillo que les daba un aire retro en temas como "Runaway, Witch Train", dejándome la agradable impresión de que son un grupo a tener en cuenta.

Los seis componentes de The Spinto Band se subieron al escenario poco después de las diez con sus tres guitarras, el bajo, la batería y los teclados. Nick Krill y Thomas Hughes se turnaron cantando las canciones de este grupo formado por unos amigos que empezaron tocando en el sótano de su casa. Entonces se llamaban Free Beer y ya grababan sus primeras maquetas en un cuatro pistas. Aunque siguen siendo unos chavales, ha llovido mucho desde entonces: han sido teloneros de grupos como Artic Monkeys, han pasado por decenas de festivales donde se han codeado con grupos como Maximo Park o The Strokes y ahora vienen a España con un segundo disco bajo el brazo.

Durante la hora cuarenta que duró su concierto en Moby Dick, The Spinto Band nos ofrecieron temas nuevos como "Summer Grof"; temas antiguos como "Oh, Mandy", "Direct to Helmet", o "Brown Boxes", que tocaron acompañados por unos pitos para el deleite de su público; e incluso hicieron varias versiones entre las que destacaría la del "I think we're alone now" o "Brazil". Fue curioso comprobar lo distintos que son los dos cantantes de este grupo. Aunque definitivamente prefiero a Nick Krill, cuya voz me recuerda a la del cantante de Clap your Hands and Say Yeah y su aspecto a David Byrne, hay que reconocer que este chico de camisa a cuadros es bastante soso; por contraposición, Thomas Hughes no tiene mucho estilo al cantar pero es un auténtico payaso y le da cierta personalidad al grupo. The Spinto Band hos hicieron bailar y nos divirtieron con sus canciones, que a menudo se acercaban demasiado al "tachín tachín" de la música de feria. En todo caso, los temas nuevos, a veces demasiado sobrecargados instrumentalmente y sin ninguna melodía clara, no tenían nada que hacer frente a las canciones del "Nice and Nicely Done" que el público acogía con mucho más entusiasmo. Se despidieron tocándonos el "Shake Rattle´n Roll" de Elvis Presley, animándonos a comprar sus discos que querían que les compráramos tras el concierto.

Foto por Pamp (Some Rights Reserved).

Entrada original aquí.

sábado, 14 de febrero de 2009

Amanda Palmer: ¿Quién Mató a Brian Viglione?

Sala: Caracol
Ciudad: Madrid

Amanda Palmer pasa por Madrid para presentar su primer disco en solitario

La norteamericana Amanda Palmer (Boston, 1976), conocida por haber sido la vocalista y teclista del dúo The Dresden Dolls junto al batería Brian Viglione, ha pasado recientemente por España para dar punto final a la gira de presentación de su primer trabajo en solitario: "Who killed Amanda Palmer?" Pero no venía sola, sino muy bien acompañada por los australianos The Danger Ensemble, formación constituída por cuatro actores y el violinista Lyndon Chester, que han dado la nota de color a un espectáculo que sigue en la línea del "cabaret pop brechtiano" que Amanda Palmer hacía junto a Viglione.

En torno a las ocho y cuarto de la tarde, con la Sala Caracol aún medio vacía, Steven Mitchel, uno de los miembros de The Danger Ensemble, salió al escenario para presentarnos con bastante gracia al grupo telonero: el trío femenino radicado en Madrid Boat Beam, que, como el propio Steven indicaba, destaca por su marcado carácter internacional. A la voz y a la guitarra una australiana, al violín una norteamericana y alternando el violoncello y los teclados nada menos que una madrileña. Durante media hora nos interpretaron sus temas de un pop intimista que no llegó mucho al público, básicamente porque no sabían transmitir unas melodías que en sí mismas ya eran bastante insípidas.

Apenas media hora más tarde, sin que el aforo de la sala se hubiese completado, se produjo la entrada en escena de Amanda Palmer, que escenificaba el funeral de la propia cantante, que apareció vestida de novia y arropada por los actores de The Danger Ensemble, cuya contribución al espectáculo fue en todo momento muy destacable. A lo largo del concierto, la cantante interpretó temas propios, viejas canciones de The Dresden Dolls y versiones de temas de otros grupos. A veces cantaba únicamente acompañada por su piano, en otras ocasiones aparecía el violinista, pero, en cualquier caso, echamos en falta al batería Brian Viglione, que sin duda imprimía una gran personalidad a los temas de The Dresden Dolls y con el que la había visto tocar en la Sala Moby Dick en mayo del 2006.

Los temas que más destacaron durante el concierto de Amanda Palmer no fueron los de su álbum en solitario, sino el "Coin Operated Boy" de The Dresden Dolls o una versión que hizo del “My Favourite Things” de la película “Sonrisas y Lágrimas”, en el que Lyndon Chester aprovechó para marcarse un solo. No hay duda de que la colaboración tanto de este violinista como la de los cuatro actores, que escenificaron diversos momentos del espectáculo, fueron parte fundamental del mismo, pese a lo cual la cantante admitió que durante la gira les pagaba poco más que los billetes de avión y tuvo la cara de pedirnos que les hiciéramos una donación cuando pasaron entre el público con unos cubos.

Sin duda, el momento menos afortunado del concierto fue la interpretación de un tema propio de Amanda Palmer, el titulado “Strength Through Music”, en memoria de las víctimas de uno de tantos tiroteos en un instituto norteamericano. Un tema facilón durante el cual ella tocaba el piano mientras el violinista nombraba a las víctimas de la tragedia, indicando su edad y la forma en que habían muerto.

El concierto acabó de forma bastante espectacular, con Amanda Palmer y todos los actores bailando al son del archiconocido "Umbrella" de Rihanna, agitando unos paraguas e incluso derramando el agua de un par de botellas a modo de lluvia. En los bises la cantante aprovechó para subirse a una de las barras de la sala, desde la que nos brindó su versión del Creep de Radiohead acompañada por un ukelele. El público coreó la canción con ella, tras lo cual se despidió dando por terminada la gira de presentación de su disco. Fue un concierto irregular, que recordaremos gracias a la contribución de The Danger Ensemble, que supieron imprimir un toque de originalidad al espectáculo de Amanda Palmer, que, sin ellos habría sido más de lo mismo sin llegar a la altura de The Dresden Dolls.

Foto por Pamp (CC Some Rights Reserved) Más fotos del concierto pinchando aquí.

Entrada original aquí.

viernes, 25 de enero de 2008

THE MAN FROM EARTH


Recientemente hemos visto una pequeña joya que se llama THE MAN FROM EARTH, una de esas pelis de cine independiente norteamericano con presupuesto tan bajo que parece un telefilme. Nos cuenta la historia de John Oldman, un profe de instituto en una pequeña ciudad norteamericana, que un buen día decide dejarlo todo y marcharse. Sus amigos, que no comprenden una decisión tan repentina, se reúnen en su casa la noche anterior a la partida. Cuando todos están acomodados en el salón del protagonista, del que pronto se llevarán todos los muebles, John decide hacerles una confesión. Les hace partícipes de un increíble secreto que deja a todos confundidos: o su amigo se ha vuelto completamente loco, o les está tomando el pelo, porque lo que acaba de contarles es completamente imposible. Le piden que se explique y de este modo transcurre el resto de la historia, con lo que se convierte en un juego de preguntas y respuestas que pone a prueba la paciencia y el ingenio de todos los participantes.
La película, dirigida por Richard Shenkman, no destaca por su impecable acabado, sino por el guión y los actores que la interpretan. La historia, que podría haberse llevado fácilmente al teatro, ha sido escrita por Jerome Bixby, responsable de muchos guiones de ciencia ficción para la tele (algunos episodios de Star Trek, por ejemplo). Entre los actores que protagonizan la historia destacar a William Katt, porque es el más "famoso" (¿quién no recuerda al "Superhéroe Americano"?) y evidentemente a David Lee Smith en el papel de John Oldman, el absoluto héroe de la historia (si le vimos en ZODIAC, no le recuerdo).
Supongo que la peli nos impactó porque no esperábamos nada de ella, así que espero no haber puesto el listón demasiado alto para los que vayan a verla. En todo caso, tiene mérito hacer ciencia ficción con medios tan escasos y sin una gota de acción. Basta con el buen desarrollo de una gran idea ;-) Ideas, eso es precisamente lo que falta en la industria del cine de hoy día...