Foto por Macloo (CC Some Rights Reserved) Dos advertencias con respecto a esta película tailandesa:
- Si no te gustan las pelis de artes marciales, no la veas. Y si te gustan, no te esperes gran cosa.
- No le robes nunca un elefante a un tailandés que controle de artes marciales.
Película protagonizada por el joven Tony Jaa, al que conocimos en ONG-BAK. Al igual que en esta última, se trata de una historia simple con estructura de cuento: un héroe con una meta que cumplir a toda costa. En este caso, se trata de buscar los elefantes que le han robado en Tailandia, aunque eso le suponga irse hasta Australia. Al igual que en ONG-BAK, el protagonista es un campesino simplón pero simpático, del que es fácil reírse hasta que empieza a repartir hostias a troche y moche. A veces la historia recuerda a un juego de plataformas, en el que vas pasando de pantallas, enfrentándote a malos cada vez más grandes en escenarios diferentes. Los diálogos son pobres, la fotografía poco atractiva, la música cañera, el final previsible... Definitivamente no está a la altura de ONG-BAK.
Aquí todo queda entre colegas: la peli la dirige Prachya Pinkaew, productor de ONG-BAK, peli en la que intervino también el actor Petchai Wongkamlao, coprotagonista en THAI-DRAGON. También destacar al vietnamita Johny Nguyen, en papel de adversario del héroe (el famoso Johny que nos deja sin decir adiós), un guapetón que ha aparecido en algún capítulo de Alias o The Shield, según he podido ver.
Una recomendación: ver la peli en versión original, ya que se habla en tailandés e inglés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario