Imagen por Scratch (CC Some Rights Reserved)Un mago metido a gángster está a punto de testificar contra el tinglado que tiene montado la mafia en Las Vegas. Uno de los capos ofrece una gran suma de dinero al que acabe con su vida. A partir de ahí se desata una carrera en la que participan tanto los polis que tratan de evitar el asesinato, como diversos maleantes dispuestos a hacer lo que haga falta para conseguir la pasta.
Se trata de una historia que empieza con ritmo trepidante, con un humor similar al de pelis como SNATCH o CRANK (sin llegar a su altura en ningún momento), donde te partes de risa mientras te salpican con sangre. Pero a medida que transcurre la historia va perdiendo fuerza: te pierdes con la línea argumental, que es escasa, y para colmo acaban la historia con una explicación de lo más rebuscada que cojea por todas partes. De modo que el producto en general es bastante mediocre y no hace más que aprovechar el tirón de películas como las mencionadas más arriba.
Gran desfile de estrellas, eso sí. Para empezar tenemos a Ray Liotta y Ryan Reynolds (cachitas en BLADE: TRINITY) como los polis que se toman muy en serio su trabajo; Andy García, como su jefe; Jeremy Piven, como el mago perseguido, un hombre que está realmente en las últimas; Ben Affleck, que lo único que hace es prestar su nombre, pues realmente no sé qué pinta en la historia; Alicia Keys (la cantante), como cazarecompensas y por poner a una cara guapa entre los actores, etc, etc.
El responsable de este invento es Joe Carnahan, que dirige, produce y escribe la historia.
Tal como he indicado, la peli no tiene mucho interés: ni es original, aburre un poco hacia el final y acaban con una escena que resulta bastante patética.
Se trata de una historia que empieza con ritmo trepidante, con un humor similar al de pelis como SNATCH o CRANK (sin llegar a su altura en ningún momento), donde te partes de risa mientras te salpican con sangre. Pero a medida que transcurre la historia va perdiendo fuerza: te pierdes con la línea argumental, que es escasa, y para colmo acaban la historia con una explicación de lo más rebuscada que cojea por todas partes. De modo que el producto en general es bastante mediocre y no hace más que aprovechar el tirón de películas como las mencionadas más arriba.
Gran desfile de estrellas, eso sí. Para empezar tenemos a Ray Liotta y Ryan Reynolds (cachitas en BLADE: TRINITY) como los polis que se toman muy en serio su trabajo; Andy García, como su jefe; Jeremy Piven, como el mago perseguido, un hombre que está realmente en las últimas; Ben Affleck, que lo único que hace es prestar su nombre, pues realmente no sé qué pinta en la historia; Alicia Keys (la cantante), como cazarecompensas y por poner a una cara guapa entre los actores, etc, etc.
El responsable de este invento es Joe Carnahan, que dirige, produce y escribe la historia.
Tal como he indicado, la peli no tiene mucho interés: ni es original, aburre un poco hacia el final y acaban con una escena que resulta bastante patética.
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