Imagen por Coathangerwings (CC Some Rights Reserved)Michel Gondry es un director al que admiro mucho por haber dirigido con maestría un montón de vídeos musicales o por habernos regalado la peli OLVÍDATE DE MÍ. Me parece un tipo super original y divertido, pero no ha conseguido convencerme con LA CIENCIA DEL SUEÑO, que me ha decepcionado mucho.
Se trata de una historia con una estética muy bonita, pero no es más que una historia de amor insulsa entre dos personajes que pretenden ser la mar de originales, pero que no nos dicen nada. De un lado tenemos a Stéphane, interpretado por Gael García Bernal, un joven mejicano que tras el fallecimiento de su padre va a Francia, donde vive su madre. Pretende ser diseñador y acaba haciendo un trabajo mecánico en una empresa que se dedica a hacer calendarios horteras. Confunde los sueños con la realidad, cosa que le dará grandes problemas. Por otro lado, tenemos a la chica del que él se enamora, Stéphanie (la actriz Charlotte Gainsbourg), una joven algo extraña que huye de las relaciones serias, pero que no puede evitar sentir simpatía por el prota.
Y no hay mucho más que contar porque la peli no va en realidad de nada. Está llena de personajes estúpidos y sinsentidos que se supone que tienen un sentido onírico, pero que no te hacen ninguna gracia. Para que me cuenten sueños, prefiero una peli de David Lynch.
Tal como he indicado, la peli está hecha con gusto en lo que a la estética se refiere. No tiene un gran presupuesto, pero Gondry sabe apañárselas para que veamos lo que él quiere. Una lástima que el guión de esta historia, escrita por él mismo, sea tan flojo. En sus pelis anteriores (OLVÍDATE DE MÍ o NATURALEZA HUMANA) contó con la ayuda de Charlie Kaufman, al que aquí hemos echado en falta. Pero no pierdo la fe en Gondry, estoy segura de que tiene muchas más cosas que ofrecernos.
Se trata de una historia con una estética muy bonita, pero no es más que una historia de amor insulsa entre dos personajes que pretenden ser la mar de originales, pero que no nos dicen nada. De un lado tenemos a Stéphane, interpretado por Gael García Bernal, un joven mejicano que tras el fallecimiento de su padre va a Francia, donde vive su madre. Pretende ser diseñador y acaba haciendo un trabajo mecánico en una empresa que se dedica a hacer calendarios horteras. Confunde los sueños con la realidad, cosa que le dará grandes problemas. Por otro lado, tenemos a la chica del que él se enamora, Stéphanie (la actriz Charlotte Gainsbourg), una joven algo extraña que huye de las relaciones serias, pero que no puede evitar sentir simpatía por el prota.
Y no hay mucho más que contar porque la peli no va en realidad de nada. Está llena de personajes estúpidos y sinsentidos que se supone que tienen un sentido onírico, pero que no te hacen ninguna gracia. Para que me cuenten sueños, prefiero una peli de David Lynch.
Tal como he indicado, la peli está hecha con gusto en lo que a la estética se refiere. No tiene un gran presupuesto, pero Gondry sabe apañárselas para que veamos lo que él quiere. Una lástima que el guión de esta historia, escrita por él mismo, sea tan flojo. En sus pelis anteriores (OLVÍDATE DE MÍ o NATURALEZA HUMANA) contó con la ayuda de Charlie Kaufman, al que aquí hemos echado en falta. Pero no pierdo la fe en Gondry, estoy segura de que tiene muchas más cosas que ofrecernos.
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