LAS CRÓNICAS DE NARNIA: EL LEÓN, LA BRUJA Y EL ARMARIO

Segunda Guerra Mundial. Londres bombardeado por los alemanes. Una madre mete en un tren a sus cuatro hijos y les manda al campo, a casa de un conocido, para alejarles del peligro que les acecha. Dos chicos y dos chicas que terminan en el caserón de un profesor algo excéntrico con una severa ama de llaves que les impone un montón de normas poco infantiles. Esto no les impide jugar en la casa para pasar el rato. Y precisamente jugando, la más pequeña topa con un armario cuyas puertas la llevan al mundo de Narnia, cuyos habitantes viven un invierno interminable bajo el reinado de una bruja malvada. La única esperanza que les queda es que se cumpla cierta leyenda que implica el regreso de un tal Aslan que con la colaboración de la niña y sus hermanos derrote a la bruja.
Ahora que nos hemos quedado sin Sr de los Anillos, algunos pusimos nuestras esperanzas en esta peli basada en el primero de los siete libros que constituyen las Crónicas de Narnia, todos ellos escritos por C.S. Lewis. Si esto no era ya suficiente incentivo para ver la peli, el sábado pasado, cuando íbamos en el coche, estuvimos escuchando a un crítico de cine de Radio Nacional asegurando que era sin duda la película de estas Navidades: ideal para público de todas las edades, buenos efectos especiales, entretenida... una auténtica pasada. En fin, está más que comprobado que de los críticos no puede fiarse una.
La película está dirigida por el neozelandés Andrew Adamson, director también de Shrek 1 y 2. Aquí no llega a la altura al contarnos una historia sin ninguna gracia protagonizada por cuatro niños que no acaban de convencerme (sobre todo los dos mayores). Les acompañan en su aventura toda una serie de personajes fantásticos, interpretados por simples humanos más o menos bien disfrazados; también los animales humanizados con ayuda del ordenador (castores, lobos, zorro, el león del título...).El único personaje que se salva es el de la bruja mala interpretada por Tilda Swinton, actriz que anteriormente ha interpretado personajes algo ambiguos (véanse "Orlando" o "Constantine"), que aquí está bien caracterizada y deja notar su presencia.
Historia floja, personajes algo apastelados (salvo el de la bruja), música New Age empalagosa para la banda sonora, paisajes agradables... Poco interés o ninguno para seguir viendo el resto de historias, si es que se atreven a llevarlas al cine.