domingo, 19 de noviembre de 2006

SIX DEGREES

Foto por Battsimon (CC Some Rights Reserved)

SIX DEGREES es una serie norteamericana cuyos primeros seis episodios ha emitido recientemente la cadena ABC. La idea de la que parte es la siguiente: cualquier persona está conectada a otra por medio de una cadena de un máximo de seis personas. Así ocurre que los seis neoyorquinos que protagonizan la serie, completos desconocidos, irán topándose unos con otros por pura coincidencia hasta que las vidas de unos influyan de forma decisiva en la de otros. Producida por J. J. Abrams, que ha estado detrás de proyectos tan exitosos como PERDIDOS o ALIAS. En esta ocasión, sin embargo, no ha tenido tanta suerte. Han estado a punto de eliminar la serie porque andaba muy por detrás en el ranking de las más vistas. Pero hay buenas noticias: prometen seguir con la serie en enero del 2007.
Pues sí, la verdad que te quedas a cuadros a veces, cuando te enganchas a una serie como esta y al poco te enteras de que dejan sin ella. SIX DEGREES está muy bien rodada y cuenta con buenos actores, pero quizás no acabe de convencer a la audiencia por eso de que no pasa gran cosa. Es una historia de personajes. No son héroes, ni les pasa nada especial, simplemente viven en una gran ciudad y tienen problemas más o menos corrientes. Pero el guión está muy bien y los personajes tienen mucho más dentro que muchos de los que vemos en la gran pantalla.
Los actores son Jay Hernandez (WORLD TRADE CENTER, HOSTEL) en el papel de Carlos, el abogado hispano que se enamora de una de sus defendidas; Erika Christensen (PLAN DE VUELO: DESAPARECIDA) como Mae, la joven con pasado oscuro de la que se enamora Carlos; Hope Davis (MUMFORD), Laura, la viuda de un reportero al que asesinan en Irak, que contrata a Mae como interna para cuidar de su hija; Bridget Moynahan (YO, ROBOT) en el papel de Whitney, una ejecutiva en una agencia de publicidad, que conoce casualmente a Laura y de la que se hace amiga; Campbell Scott (EL CIELO PROTECTOR) que lo ha tenido todo, pero que lo ha perdido por culpa del alcohol, al que Whitney le da una segunda oportunidad sacando fotos publicitarias... y finalmente Dorian Missick, ese chófer que se ha hecho a sí mismo, que reniega de su pasado y hace amistad con Carlos tras un encuentro casual.
A mí me parece muy entretenida y hecha con gusto. Recuerda un poco a pelis corales tipo GRAND CANYON, o a las de Robert Altmann.

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