domingo, 20 de mayo de 2007

SPIDERMAN 3

Foto por Alykat (CC Some Rights Reserved)

Spiderman no es un héroe que me resulte muy atractivo, pero las tres pelis que Sam Reimi ha hecho para este personaje se dejan ver e incluso tienen más de un buen momento. En todo caso, son bastante mejores que la revisión que se ha hecho recientemente de Superman, aunque sin llegar a la altura del nuevo Batman, encarnado por Christian Bale.
Como en las entregas anteriores, nos encontramos con las dos caras del protagonista, encarnado por el siempre correcto Tobey Maguire: su vida como simple mortal y la de supérheroe. En su primera faceta, es un fotógrafo de prensa tímido, enamorado perdidamente de una amiga de la infancia, interpretada por la algo sosa Kirsten Dunst. Además nos encontramos al mejor amigo del protagonista, el actor James Franco, un joven adinerado que se debate entre la amistad hacia el protagonista, el dolor por la muerte trágica de su padre y el amor que siente por la chica de su mejor amigo. Para mí, el personaje más interesante, puesto que da bastante más de sí que los anteriores. Otro elemento fundamental en la vida del héroe en su aspecto mediocre es la familia, representada por los abuelos. Todos estos personajes constituyen una parte importante de la vida de Spiderman. Pero desde luego su faceta más espectacular es la de superhéroe, donde combate a diversos villanos que tratan de ponérselo cada vez más difícil. En esta última entrega las pasa canutas enfrentándose al Hombre Arena y un parásito alienígena...
Las pelis siempre tienen los mismos elementos y la misma mecánica: vida de fotógrafo, vida de superhéroe, un poco de comedia, un poco de romance, ensalzamiento de valores como la amistad, algo de drama, acción acompañada de efectos especiales... y la aparición estelar de la bandera yanqui en el momento menos oportuno.
La tercera entrega de Raimi tiene momentos muy buenos, sobre todo en la primera parte de la historia. Ver al soso del protagonista convertido en un siniestro con aires de chulo, vale la pena. Pero la segunda parte de la mitad pierde interés porque ya no nos cuenta nada que sorprenda, todo es previsible... Cuando parece que va a acabar, no se acaba... y se hace bastante larga. Una lástima porque no deja muy buen sabor de boca.
Así que ya os digo, con algún buen momento, pero muy larga y algo aburrida al final.

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