martes, 20 de marzo de 2007

DIAMANTE DE SANGRE


Película que nos traslada a uno de esos países africanos en que la vida humana no tiene apenas valor, en que todo gira en torno a un producto tan codiciado como el diamante, que unos venden para conseguir armas y otros compran sin importarles financiar una guerra. Entre unos y otros la pobre gente de Sierra Leona, que no ve un centavo y que tiene que conformarse con malvivir en medio de los tiroteos. Uno de esos desgraciados, separado de su familia y esclavizado por una guerrilla que lucha en aras de no sé que libertad, encuentra casualmente un diamante enorme que puede ser su salvación, pero también su condena.
El africano en cuestión, que debería haber sido quizás el auténtico protagonista de la historia, está interpretado por Djimon Hounsou, pero él sólo no puede salir del atolladero en el que le han metido los guionistas; para eso tenemos a Leonardo di Caprio, en el papel de buscavidas poco escrupuloso, de esos de los que no te puedes fiar porque le das la mano y se lleva tu brazo; decidieron dar un toque romántico a la peli (el escenario exótico ya lo tenían) y nos pusieron a Jennifer Connelly en el papel de periodista aguerrida, que lamentablemente forma una pareja bastante poco creíble con Di Caprio. Todos ellos están dirigidos por Edward Zwick, que anteriormente había dirigido EL ÚLTIMO SAMURAI o ESTADO DE SITIO.
Me habían hablado bien de esta película, que espera que fuera de esas en las que compaginan acción con algo de trasfondo político. La primera mitad no me pareció mal, pero después la historia empezó a flojear. Tiene muchos tópicos y elementos tomados de otras películas que le restan bastante originalidad. Me ha recordado a HOTEL RWANDA, la película que trata de explicarnos un poco el enfrentamiento entre hutus y tutsis. Me pareció bastante más instructiva y dura que DIAMANTE DE SANGRE y no le hizo falta recurrir a una pareja occidental para adornar la historia.

1 comentario:

Alex dijo...

Pero la Jenni esta buenisima!

Una peli que no es nada de otro mundo, para ver un domingo por la tarde ;-)