miércoles, 6 de diciembre de 2006

DEJA VU

Foto por adropp (CC Some Rights Reserved)

Iba al cine con la ilusión de ver una buena peli de Tony Scott (DOMINO, EL FUEGO DE LA VENGANZA, JUEGO DE ESPÍAS, ENEMIGO PÚBLICO...) y la verdad es que me he llevado un buen chasco. La historia está ambientada en Nueva Orleans, donde un terrorista pone una bomba en un barco lleno de marineros y familiares, ocasionando un número importante de bajas. Tras describir el desastre inicial, nos presentan a Denzel Washington como un agente de la agencia norteamericana para el control del alcohol, tabaco y armas. Un equipo especial de la poli considera que puede ayudarles en la resolución del caso al conocer la zona en la que se ha producido el siniestro. El protagonista se siente especialmente motivado para resolver el caso, dado que un amigo suyo ha muerto en el atentado y porque siente especial interés por una mujer muerta una hora antes del atentado, que puede ser la clave para resolverlo.
Además del mencionado Denzel Washington, cuyo personaje no me gusta demasiado, por ser el típico poli listillo que aburre; aparecen otros actores conocidos como Val Kilmer, que parece aquí un auténtico armario, con un papel breve de poli, en el que no destaca demasiado; la guapísima Paula Patton como esa víctima por la que el prota toma un interés que rebasa lo profesional; James Caviezel (LA PASIÓN DE CRISTO, FREQUENCY, LA DELGADA LÍNEA ROJA) como terrorista pirado... Y alguna cara conocida más, pero ninguno que destaque especialmente.
Esta es una peli con trama policial de lo más corriente, que incide en el drama del terrorismo con una larga escena introductoria que muestra el antes y el después del atentando: con esas personas corrientes (niños, padres, abuelos) subiendo al barco con ánimo de fiesta, pero que tras la explosión son desesperación e impotencia. Algo ñoño, pero supongo que con su lógica. Luego la resolución del caso. Pero quieren ser originales y no les basta con hacerlo con el simple ingenio del protagonista, no les da la imaginación para ello. Se sacan de la manga una máquina del tiempo y te dejan boquiabiertos porque no te puedes creer que te lo estén contando así y que se queden tan anchos. Después de eso ya todo es posible, hasta una persecución en que hay cuatro días de diferencia entre el perseguidor y el perseguido.
En fin, una muestra de la falta de imaginación de los guionistas y la desesperación de muchas productoras por vender a toda costa. Lo que acabo de entender es cómo Denzel Washington lee un guión así, que no hay por dónde cogerlo, y acepta trabajar en el proyecto.

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