Imagen por Andy Z (CC Some Rights Reserved)Una pareja enamorada elije un lugar idílico para montar un picnic. Es una tarde soleada en plena campiña inglesa. Se oye a los pájaros cantando, él saca una botella de champán caro... Todo parece perfecto. Pero sin un pero no habría peli. Aparece en escena un abuelo corriendo tras un globo en el que se encuentra su nieto, que es incapaz de gobernarlo por los nervios. El prota y otros testigos del incidente corren para ayudar al abuelo, que quiere evitar que el globo se aleje con el niño. Pese que a todos tratan de evitar que el globo salga volando, éste emprende vuelo llevándose al niño y al señor que vemos colgando en la foto, el cual acaba cayendo al vacío. La muerte de este desconocido deja a todos transtornados.
Peli británica dirigida por Roger Michell, al que conocemos por Notting Hill. Para mí la historia no prometía gran cosa los primeros minutos, pero gana en fuerza según vas entrando en la historia, que de a ratos se hace angustiante. El guión está bien y también los protagonistas. Entre ellos tenemos a Daniel Craig, que hasta hace nada no tenía ni idea de que existiera y que ahora me lo encuentro hasta en la sopa: The Jacket, Layer Cake, El Intruso, Munich... y dentro de nada protagonizando Casino Royale, la última entrega de James Bond. No para el hombre, que luce palmito siempre que le dejan... Bueno, como actor al menos da el pego, no seamos malos. Si Daniel Craig es aquí un profe de filosofía, su novia, escultora en la peli (una pareja de lo más guay) está interpretada por Samantha Morton, a la que conocimos en Código 46, la peli de Michael Winterbottom. En todo caso, el que más destaca es Rhys Ifans (Corazón, Notting Hill, Naturaleza Humana...) en un papel bastante inquietante.
En fin, que la peli está bien y da gusto ver una que no sea norteamericana de vez en cuando...
Peli británica dirigida por Roger Michell, al que conocemos por Notting Hill. Para mí la historia no prometía gran cosa los primeros minutos, pero gana en fuerza según vas entrando en la historia, que de a ratos se hace angustiante. El guión está bien y también los protagonistas. Entre ellos tenemos a Daniel Craig, que hasta hace nada no tenía ni idea de que existiera y que ahora me lo encuentro hasta en la sopa: The Jacket, Layer Cake, El Intruso, Munich... y dentro de nada protagonizando Casino Royale, la última entrega de James Bond. No para el hombre, que luce palmito siempre que le dejan... Bueno, como actor al menos da el pego, no seamos malos. Si Daniel Craig es aquí un profe de filosofía, su novia, escultora en la peli (una pareja de lo más guay) está interpretada por Samantha Morton, a la que conocimos en Código 46, la peli de Michael Winterbottom. En todo caso, el que más destaca es Rhys Ifans (Corazón, Notting Hill, Naturaleza Humana...) en un papel bastante inquietante.
En fin, que la peli está bien y da gusto ver una que no sea norteamericana de vez en cuando...
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